¿Quién es Blur?
La historia de Blur empieza casi con la de su líder, Damon Albarn, un muchacho londinense que pasó casi toda su infancia en Colchester (Essex, Inglaterra). Se ve que una de las cosas que más le gustaban de pequeño era hacerse el intelectual, razón quizá por la que no hizo muchos amigos en la escuela, con la excepción de Graham Coxon, futuro guitarrista del grupo.
Al terminar la escuela ambos marcharon a Londres a estudiar una carrera. Albarn probó con estudios de arte dramático, pero lo más que consiguió como actor fue un papel secundario en la película de 1987 'El cuarto protocolo'. (10 años después Albarn conseguiría su sueño de ser actor con un papel algo más destacado en 'El rostro'). Al fracasar aquello intentó hacer vida de artista componiendo pequeñas piezas para teatro y baladas. Mientras, Graham Coxon iba a clase por la mañana en el Goldsmith's College y por las noches salía por los pubs de Londres, en los que empezaba a escucharse el sonido Manchester. Los dos se reencontraron en un concierto de Albarn al que asistieron Coxon, un amigo suyo llamado Dave Rowntree (futuro batería del grupo) y 8 personas más. Cuando Albarn, a través de Coxon, empezó a conocer el ambiente de los fines de semana por los pubs de Londres, llegó a la conclusión de que con tanto intelectualismo y supuesta vida de artista lo único que había hecho era perder el tiempo, y que con el pop podía tener más futuro. Así que Damon, Graham y Dave formaron un trío, al que a Albarn no se le ocurrió más gracia que llamar Seymour, y empezaron a tocar en los locales de moda; Coxon consiguió liar también a Alex James, un compañero suyo del Goldsmith's quien, tras algunas reservas, se les unió como bajista.
Canciones de amor pasteleras, música comercial y absolutamente ninguna idea original, simplemente copiar a los grupos de moda; esto era lo que Seymour podía ofrecer al público británico. Estaba claro: tenían el éxito asegurado. Tras una brevísima campaña de autopromoción a base de pintadas en el metro de Londres, ya estaban en las portadas de todas las revistas musicales y las discográficas se empezaron a pelear por ficharlos, siendo al final Food Records, una subsidiaria de EMI, la que se llevó el gato al agua. Al contratarlos les exigieron que se cambiaran el nombre; podían elegir, entre otros, The Shining Path, Whirlpool, Sensitise o Blur... y eligieron el menos malo.
Una vez que Blur estaban fichados, y su imagen vendida por quintales a las fans (hay gente capaz de comprar cualquier cosa), se trataba de sacar el primer single, que se tituló 'She's so high' (1990) y vendió tantas copias como era de esperar. Después de aquel salieron otros dos singles: 'Bang' y 'There's no other way', que fue su primer gran éxito.
Hay que señalar que, en esta época, Blur no son más que una panda de borrachos que pasa olímpicamente de lo que es la música. La mejor prueba de esto es su primer disco, 'Leisure' (1991); aparte de los tres singles se ve que Blur poco más daban de sí, ya que todas las demás canciones del disco (excepto la genial 'Sing', procedente de una cara B del single de 'She's so high') las compusieron en el estudio justo antes de grabarlas. Pero, por estar en el carro de la movida, el disco se vendió bastante bien.
Como el propio Albarn comentaría algunos años más tarde: "Por aquella época no estábamos nada preparados. No teníamos ningún plan de acción, ni de visión, ni de sonido. No comprendo qué es lo que la gente encontraba en nosotros. Pero en esa época no me importaba nada, sólo pensaba en divertirme... Las malas críticas de "Leisure" estaban justificadas. No nos merecíamos el menor respeto, porque no nos lo tomábamos en serio".
Pero las modas no duran eternamente y el grunge acababa de irrumpir en el Reino Unido, amenazando (al menos durante unos años) la existencia del pop blandorro y de los grupos de fans. Blur intentaron pulir su imagen publicando el single 'Popscene' (1992), una potente canción completamente desconectada del sonido Manchester que alcanzó cierto reconocimiento, pero en general al público le daba la impresión de que Blur ya había llegado a donde iba. El grupo se fue de gira mundial para aclararse las ideas, haciendo una escala agotadora en Estados Unidos (44 conciertos en dos meses) que les hizo tomar odio a todo lo que oliera a yanki, sobre todo por el trato que recibieron allí: conciertos medio vacíos, dejadez de los responsables y algún director de discográfica que les recomendó que se pasaran al sonido disco.
Al volver a casa Blur estaban dispuestos para encabezar una especie de cruzada contra la música estadounidense (particularmente el grunge) y en defensa de los grandes clásicos ingleses (Ray Davies, Madness, The Kinks), y esta era la idea del disco 'Modern life is rubbish' (1993), con el que pretendían un cambio de imagen radical y recuperar algo de la credibilidad perdida. Pero algunos periodistas aprovecharon también el resurgir de Blur para emprender su guerra particular contra los grupos estadounidenses que habían invadido las listas británicas, llegándose a crear un clima de patrioterismo estúpido (que impregnaría gran parte de la música en Inglaterra durante los años siguientes) del que el grupo tuvo que salir al paso para evitar malentendidos.
Con este caldo de cultivo todo estaba listo para el lanzamiento de un disco de sonido más británico que el té de las cinco: 'Parklife' (1994). Blur empezó por entonces a pasear una imagen deportiva y sesentera (el mejor ejemplo de eso es el videoclip de "Parklife") que se convirtió durante algún tiempo en el distintivo de lo que se llamó britpop, un movimiento fabricado por la prensa británica a partir de dos o tres grupos buenos y setecientos imitadorcillos (como 'Menswear', por poner sólo un ejemplo). Este disco supuso la confirmación de Blur ante el público y la crítica, su primer nº 1 en ventas y una avalancha de premios para alimentar el ego de Damon Albarn... como si el muchacho necesitara que le dieran ánimos...
El grupo quiso aprovechar este éxito como impulso para seguir adelante; menos de un año después, ya tenían lista una maqueta de su siguiente disco. Pero al presidente de Food Records se le ocurrían también "grandes" ideas, por ejemplo ponerse de acuerdo con el presidente de la discográfica de Oasis para hacer coincidir la publicación de 'Country House', primer single de 'The great escape' (1995), y la del 'Roll with it' de Oasis con el fin de crear una guerra de ventas, aunque pronto derivó en una guerra general por las rivalidades personales que ya empezaban a aparecer entre los dos grupos.
La "guerra" consistió, básicamente, en una pelea ridícula entre Blur y Oasis y sus seguidores que ya no existe pero que en su momento perjudicó mucho a Blur, ya que los hizo convertirse en el símbolo de los 'niños de papá' estirados del sur de Inglaterra que miran por encima del hombro a los 'muertos de hambre' de las ciudades industriales del norte (supuestamente representados por Oasis). Con cada declaración que hacían parecía que tenían una causa por la que luchar. Por dar una idea: A) Tony Blair, entonces jefe de la oposición, se entrevistó con Albarn como si éste fuera una especie de portavoz de la juventud británica; B) Ken Livingstone, un laborista muy popular en Londres, participaba en una canción de 'The Great Escape' (en concreto, es el narrador de 'Ernold Same'). Por su parte, Noel Gallagher (Oasis) declaraba que: A) si fuera alcalde de Londres legalizaría las drogas; B) la reina de Inglaterra debería retirarse. (¿Es que alguien se pensaba que en el Reino Unido no había republicanos?) En resumen, la guerra entre Blur y Oasis sobrepasaba el aspecto musical de la misma manera que en España un partido Barça-Madrid supera el aspecto futbolístico.
Dicen que todo esto terminó provocándole una depresión a Damon Albarn. El grupo decide retirarse a Islandia lejos del mundanal ruido, país que los sorprende favorablemente, hasta el punto de que deciden grabar su nuevo disco, 'Blur' (1997), entre Reikjavick y Londres. Un disco que, según Albarn, los descontamina de toda la presión extramusical y de guerras con otros grupos; en pocas palabras, con este disco Blur se dedicarán a hacer lo que les salga de los cojones. Una de las grandes novedades es que en este disco Albarn, al contrario que antes, no rehuye aceptar influencias estadounidenses en su música o en su forma de vestir.
Su siguiente disco de estudio, '13' (1999), se mantiene en la misma línea de libertad creativa, aunque con un sonido diferente y, en mi opinión, algo más conservador, pero también muy interesante. Eso es porque Blur ya no están de moda; gracias a eso tienen menos presión y más libertad para componer, y además demuestran que son capaces de hacer discos poco comerciales y seguir teniendo un público, aunque pueda ser más reducido.
En el 2000, Blur sacaron sus grandes éxitos, un recopilatorio no demasiado interesante que recoge las canciones clásicas del grupo y añade sólo una canción nueva. Ni siquiera incluye 'Popscene', el único single de Blur que no está en ninguno de sus discos de estudio.
En 2003, durante las sesiones de grabación del nuevo (y hasta la fecha último) disco, 'Think tank', Graham Coxon anunciaba inesperadamente su marcha del grupo. De hecho, su nombre sólo aparece como autor en la última canción del disco, "Battery in your leg". Blur acabó la grabación del disco y salieron de gira de presentación del mismo sustituyendo a Coxon por el ex-guitarrista de The Verve Simon Tong. Desde el final de dicha gira el grupo ha permanecido inactivo, aunque algunos miembros han seguido con otros proyectos paralelos (Albarn con su "Gorillaz", Coxon con varios discos en solitario, y James formando el grupo "Fat Les" junto al protagonista y director del vídeo de "Country House", respectivamente, Keith Allen y Damien Hirst).
Las razones de la marcha de Coxon no están demasiado claras. Él afirmaba que el grupo le había pedido que se fuera por su "actitud" tras abandonar el alcohol. (Hay que tener en cuenta que los problemas de Coxon con el alcohol se remontaban poco más o menos a los tiempos de 'Leisure', cuando la existencia de Blur era una simple excusa para la fiesta descontrolada). En todo caso, Albarn confirmó que había habido una gran pelea entre él y Coxon, pero que esperaba su vuelta para grabar un nuevo disco.
La pelea debió de ser grave porque Coxon, en una entrevista concedida al Sunday Mail, se mostraba bastante resentido: "En Blur hubo muchas niñerías. Estoy por encima de eso... No estoy en contacto con Damon en absoluto y no me arrepiento de eso ahora mismo... para ser sinceros, no hemos estado mucho en contacto ni siquiera cuando éramos Blur...".
De todas maneras, parece que hay esperanzas de reconciliación. En octubre de 2007 se anunciaba que el grupo al completo se había reunido para comer, si bien desde la página oficial del grupo se dejaba claro que no había expectativas de momento de grabar un nuevo disco. Tendremos que seguir esperando...
En junio de 2007, Alex James publicó su autobiografía, titulada "Bit of a blur", donde comenta con ironía y cinismo su vida como miembro de Blur, aunque sin incidir en aspectos especialmente polémicos. Esta es lo que dice en la introducción al libro:
"Yo era el rey-loco del Soho y la escoria número 1 del Groucho Club, el segundo miembro más borracho del grupo más borracho del mundo. Sin embargo, esto no suponía ningún desastre. Era un sueño hecho realidad. Vivía en la mejor casa de Convent Garden. Tenía el número de todos, un cohete rumbo a Marte, dos aeroplanos y un taxi de Damien Hirst. Diez años después, todo ha cambiado. Ya no bebo, no tomo drogas y estoy casado. Vivo en una granja en Cotswolds. He vendido los aeroplanos porque ya he aterrizado. Esta es la autobiografía de la ida y la vuelta. Es la historia del viaje de un chico de poster de rock-and-roll desde sus sueños de tenerlo todo, hasta tenerlo todo y desear más. Es un paseo por el opulento escenario de la vida en la cumbre y la vida arrastrada de los 90. Trata sobre crecer más de lo que yo me imaginaba. Empieza cuando nací y acaba aquí, cuando mis gemelos nacieron."