¿Quién es Antonio Carlos Jobim?
El 8 de Diciembre de 1994, fallecía Antonio Carlos Jobim en el Hospital Monte Sinai de Nueva York. Con él moría la esencia y el motor de la música popular brasileña desde mediados de los años 50'. Moría el padre de la bossa nova y de todo lo que vino después.
Antonio Carlos Carlos Brasileiro de Almeida Jobim, nacio en Rio de Janeiro en el año 1927. De muy joven se traslada con su familia a vivir a Ipanema, entonces una playa deshabitada de Rio, y comienza sus estudios de música y piano. A mediados de los años 50´ participa en el movimiento de la bossa nova, que entonces comienza a surgir en la ciudad de Rio, junto con músicos como Joao Gilberto, Menescal, Carlos Lyra y Johnny Alf entre otros. El movimiento se desarrolla principalmente en los clubes de la playa de Copacabana, entre jóvenes músicos fascinados por el Jazz americano y que consiguen encontrar una fórmula intermedia entre la samba brasileña y los ritmos y melodías afro-americanas. Pronto Jobim se convierte en el lider musical de la bossa nova y el poeta y diplomático Vinicius de Moraes se transforma en el padre espiritual y artístico de este fenómeno musical.
Precisamente con Vinicius de Moraes, genial poeta, gran vividor y bebedor impenitente, Jobim realiza una de sus mas fructíferas colaboraciones que pasa a la historia por la ya mítica Garota de Ipanema que ambos componen y que comienza con la musicalización de la obra teatral Orfeu da Conceiçao de la que era autor el poeta. En la rua Nascimento e Silva 107 de Rio de Janeiro, domicilio de Jobim en aquella época, se escribe la historia de la música brasileña.
A comienzos de la década de los 60, la bossa nova atraviesa las fronteras de Brasil y se internacionaliza. Especialmente importante es la repercusión que el movimiento tiene en Estados Unidos, donde músicos como Stan Getz, contribuyen a popularizarlo. De este modo, Jobim viaja a Norteamérica y allí graba alguno de sus más interesantes albums, con arreglos de Deodato, Nelson Riddle y sobre todo de Claus Ogerman que se convierte en el arreglista favorito de Jobim. "Wave", "Tide" y "Stone Flower", son algunos de los albumes inolvidables de este período.
En la década de los 70, coincidiendo con la decadencia del movimiento bossa nova, Jobim comienza a desarrollar un nuevo estilo musical. Abandonando los rígido límites de la Bossa, ya explotados hasta la saciedad, comienza a crear una música mas ecléctica y difícilmente clasificable. Por un lado y sin abandonar las melodías romanticas que le hicieron famoso en todo el mundo, compone piezas con profundas raices populares brasileñas, interesándose cada vez más por temas relacionados con la naturaleza y la ecología. Por otro lado podemos encontrar en este época piezas instrumentales orquestales realmente ambiciosas e interesantes como su "Saudade do Brasil". Su música amplía horizontes y se vuelve universal. Los discos mas representativos de esta fase de su carrera, son "Matita Pere" y "Urubu". El album doble " Terra Brasilis" grabado en 1980, puede considerarse como su despedida del período americano. En ese mismo año fallece Vinicius de Moraes.
De regreso a Brasil, Jobim forma en el año 1984 la "Nova Banda", con miembros de su propia familia con la que graba magníficos trabajos como "Passarim", "Inédito" y su último disco "Antonio Brasileiro" que contiene su manifiesto ecológico "forever green". Afectado por serios problemas de salud, Jobim fallece en el transcurso de un postoperatorio en el hospital Monte Sinai de Nueva York.
Só saudade
La belleza y originalidad de la música de Jobim, le hizo acreedor del reconocimiento de músicos de todo el mundo durante varias décadas: Desde Sinatra en la década de los ´60 con el que grabo dos magníficos discos, hasta el cantante británico Sting, que intervino en la última grabación del maestro, interpretando a su lado el clásico "Insensatez".
Todo el mundo del Jazz rendía su homenaje a la muerte de Jobim y los conciertos y albums dedicados a la memoria del maestro se sucedieron y siguen sucediéndose en la actualidad. De este modo, músicos como Herbie Hancock, Pat Metheny, Joe Henderson, Shirley Horne, Lee Ritenour o John Pattituci por citar a algunos de ellos, han querido reconocer la deuda artística que mantienen con la música de Jobim, de la que han bebido y en la que se han inspirado durante sus carreras. Otro gran deudor del arte de Jobim, el saxo tenor Stan Getz, nos dejó antes que el maestro.
El legado de Jobim consiste en cientos de canciones y composiciones orquestales que han marcado hitos únicos en la historia de la música. Composiciones como la Garota de Ipanema, samba de uma nota só, Desafinado, Aguas de Março o Corcovado son mundialmente conocidas.