Biografía de Santiago All Stars
Lo difícil no era formar una orquesta de salsa. Corría el año 2001, y el auténtico gran desafío que tenía por delante el músico Jorge Hasbun era lograr organizar una orquesta de salsa de verdad, con músicos comprometidos con el género del mismo modo suyo, el que a forjado luego de años de investigación, viajes y muchos, muchos discos. Pero, ¿dónde encontrarlos? ¿Y cómo convencerlos? Chile contaba con valiosos antecedentes de orquestas de salón, la Huambaly, por ejemplo; y excelentes orquestas bailables como Pachuco y la Cubanacan, Giolito y su Combo, entre otras; lo suyo era la mezcla amplia de lo "afrocaribeño" (mambo, chachachá, swing, son, cumbia), y la salsa se mantenía asociada a la idea de un ritmo bailable para el que bastaba una banda pequeña y hasta entonces innumerables "salsotecas" en chile, funcionaban incluso con música envasada; proponer en ese contexto una gran orquesta de salsa -como el de Eddie Palmieri, Johnny Pacheco, la Fania All Stars o Dimensión Latina- era, seguramente, una locura. Y sigue siendo una locura. La diferencia es que ahora existe Santiago All Stars. El grupo se define como una agrupación que rinde tributo a la tradición más noble de la salsa, tal como nació y se desarrolló en Nueva York a partir de los años setenta; estándares del género, tomados de discos de Willie Colón, Ray Barretto, Eddie Palmieri, Larry Harlow, entre tantos y muchas presentaciones en vivo. Por eso sus espectáculos se presentan como un despliegue tan cuidado en lo sonoro como en lo visual. Su homenaje es, también, hacia la salsa como estética y como espíritu de equipo. Su formación es deudora de ese concepto: once músicos, casi todos de larga experiencia, compromiso profundo por la música y con el proyecto.
El contacto inicial fue entre Jorge Hasbun tumbador y Héctor "Parquímetro" Briceño trombonista. El compromiso fue casi inmediato, tenían el mismo sentimiento, aunque faltaba reclutar al resto, trabajo que fue realizado con mucha dedicación y no se equivocaron. La agrupación completa quedó conformada a fines de 2001, sustentada en la salsa original de Nueva York, una orquesta de trombones y para mayo de 2002 Santiago All Stars debutaba como una agrupación de once músicos, para esa presentación en el entonces Club Social Buena Vista, se congregaron amantes de la salsa, curiosos y periodistas, obteniendo un lleno y éxito total. El nombre surge entre proposiciones, cuentos, risas y de repente, ¡si ese es! Sntiago All Stars, una mezcla de homenaje a las grandes orquestas de hace treinta años Tico All Stars, Alegre All Stars, Fania All Stars entre otras y la reafirmación de su carácter urbano y bien chileno. De sus primeros ensayos en el Club de Jazz, la orquesta avanzó rápidamente hacia los locales nocturnos más tradicionales de la capital, sobre todo el Club Buena Vista (en Avenida Perú), y luego eventos tan masivos como las Fiestas de la Cultura en el Parque Forestal y los Carnavales Culturales de Valparaíso. Su fuerza en vivo es única en el país, y fue destacada en una revista especializada de California del siguiente modo: "No esperaba tanta calidad y fuerza de nuestros hermanos chilenos. ¡Fue, sinceramente, como escuchar a la orquesta venezolana la Dimensión Latina en sus mejores tiempos! ¡Qué sonido! [...].
La salsa no ha llegado al Polo Sur, pero está bien cerca". Es lógico que su trabajo ha requerido hasta ahora de sacrificios, pero el creciente interés del circuito musical en vivo de Santiago (y regiones) prueba que la siembra comienza a dar frutos.
-Sin amor por la salsa no habría manera de mantener un grupo que supone un trabajo arduo de disciplina, de dedicación, de años de estudio y de práctica- cree Jorge, fundador de la orquesta y el único en tumbadoras.