¿Quién es Abel Pintos?
Abel Federico Pintos, conocido en el ámbito musical simplemente como Abel Pintos, es un cantante y compositor, que nació el 11 de mayo de 1984, en la Provincia de Buenos Aires, Argentina. Es conocido como una de las voces más representativas del folclore argentino, aunque también, se mueve entre los sonidos del género pop latino. Se ha hecho merecedor de varios premios y reconocimientos, que galardonan su trabajo musical, consolidándose como uno de los artistas más influyentes de su género a nivel internacional.
Niñez, Juventud y Vida Familiar
Abel Pintos siempre fue un niño flaco, de cabello rapado y risueño, que se crió en la ciudad de Bahía Blanca, en Argentina, junto a sus padres Raúl Pintos, Susana Marini y sus hermanos Ariel y Andrés Pintos, a quienes considera como parte fundamental de su vida. En esa misma ciudad, formalizó sus estudios de primaria y secundaria, hasta que despertó en el un creciente interés por la música. También, de pequeño, soñó con ser carnicero, pues para él este era un oficio tan respetado como la profesión del médico. Poco después, descubrió su verdadera pasión, cantar era lo que más le gustaba y raíz de eso, comenzó a componer sus propias canciones. Como todo adolescente, Abel Pintos llegó a pasar por una etapa, en la que consideró que su vida no tenía sentido, porque necesitaba ser escuchado y comprendido. La música fue su salvavidas, esta le permitió expresarse libremente, porque era un niño bastante introvertido. Con el tiempo y sus intereses musicales recién descubiertos, el artista decidió dedicarse plenamente a la música.
Inicios de Abel Pintos en la Música
Los comienzos musicales de Abel Pintos, se remontan a su ciudad natal, cuando tenía 07 años, edad en la que ya demostraba su creciente talento en festivales y presentaciones en el colegio donde estudió. Una de sus puestas en escena más apreciadas por el cantante y que a su vez, marcó sus primeros pasos en la música, fue el homenaje que realizó al prócer argentino José de San Martín, una actividad por la conmemoración de los 100 años de la localidad de Ingeniero White, ubicada Bahía Blanca, Argentina. Ahí, interpretó con su melodiosa voz canciones de León Gieco, Víctor Heredia y Horacio Guaraní. Para su suerte, ese mismo día fue descubierto por el también cantante y actor argentino, Raúl Lavié, quien maravillado por su voz le ayudó a dar el paso definitivo hacia medio artístico. Sin embargo, inexperiencia en el ámbito musical era notable, por tal razón, le costó algunos años de formación, en los que perfeccionó sus habilidades musicales y la nitidez de su voz, antes de iniciarse formalmente en este medio.
Género musical
El folclore argentino es el género que identifica el estilo musical del cantante, principalmente, porque este representa gran parte de sus orígenes. Aunque el intérprete se crió escuchando muchos géneros musicales como la balada y el tango, adoptó la música popular, como parte de su expresión cultural, para abrirse camino en el medio artístico. Con el tiempo y con su evolución como artista, fue moldeando su estilo y adaptándolo a las nuevas tendencias musicales, adentrándose a otros géneros, como el pop, en honor a sus influencias latinas.
Sus canciones son un torbellino sentimental, que transitan del folclore argentino, al pop de forma natural. Abel Pintos, reconoce como parte de sus influencias musicales, a la cantante de música folclórica argentina Mercedes Sosa, a quien considera como su ídolo fundamental, desde hace muchos años. Cuando comenzó a escribir sus propias canciones, decidió crear su sello propio sin dejar de lado sus raíces y la admiración por la cantante. Otros autores como Yupanqui, Falú, Guarany y más eminencias argentinas, fueron la primera escuela de Abel Pintos. Confiesa que la música popular es su hogar, es el lugar que le permitió nacer dentro de la música. Es la raíz de su éxito, porque además de impulsarlo a crecer como artista, también es una parte esencial y constitutiva de su personalidad.
Actualmente, el estilo musical del artista argentino, se caracteriza por no tener límites a la hora de mostrar sus influencias, sobre todo, porque tiene que ver con su educación musical, crecimiento personal y se siente orgulloso por ello. Aunque su habilidad con los instrumentos musicales es muy limitada, debido a que solo toca el piano y la guitarra, el artista se esmera por tener un sonido único y casi natural. La composición de sus canciones, si es una habilidad innata en él, ya que las palabras y oraciones rítmicas llegan a su mente con bastante fluidez, una vez que llegan a él, se convierten en una nueva canción. Abel Pintos le escribe al amor, porque considera que este es un sentimiento inherente y adherente al ser humano. Para el cantante, el amor es una temática compleja que lo completa al mismo tiempo, porque a partir de él se puede hablar de todo.
Trayectoria y Legado
Desde su inicios en el ámbito musical, Abel Pintos siempre ha utilizado la música como una herramienta para desarrollarse a nivel personal y profesional, especialmente, porque esta lo hace sentir como un súper héroe. Eligió la música como puente para experimentar todo en la vida, esta lo estimula y hasta lo abstrae de la realidad. Hoy en día, el artista cuenta con un amplio repertorio musical, que incluyen cientos de canciones escritas por él mismo, además de 12 álbumes de estudio, cuyas ventas lo catapultaron a la cima de la popularidad. Haciendo una mirada retrospectiva sobre sus 20 años de trayectoria artística, la fama parecía estar destina para este artesano de la música, desde el primer momento en el que se dio a conocer por el mundo.
El interprete comenzó a dejar huella en la industria musical, desde 1997, año el que publicó su primer álbum dicográfico llamado “Para cantar he nacido”, compuesto por 18 temas que se combinan entre el rock y el folclore argentino. Cabe destacar que el artista, produjo dicho álbum con tan solo 13 años de edad, es por ello, que ante su inexperiencia la producción de dicho material, estuvo en manos de León Gieco y respaldado, a su vez, por el sello de Sony Music Argentina. El disco incluye re-interpretaciones de canciones de artistas como Horacio Banegas, Carlos Carabajal, Peteco Carabajal, Raúl Carnota y Atahualpa Yupanqui, entre otros. Entre sus temas más afamados, se encuentran “Cuando llegue el alba”, “Salamaqueando pa mí” y “Vuelvo a amarte mi pueblo”. Dado al éxito de este álbum, el intérprete fue invitado a presentarse por primera vez en el escenario del Festival de Cosquín, donde recibió una merecida Mención especial, otorgada por la Comisión de Folklore y el Cosquín de Oro en 1998, tras hacer gala de su carisma y talento.
Durante ese mismo año, compitió con otros artistas para convertirse en el “Mejor Artista Sur”, en la edición de los premios Heat. Con su éxito, no sólo fue conocido en Argentina, sino también, en otros tantos países de América Latina. Si bien es cierto, que su estilo es muy diferente y particular, su impronta logró conquistar el corazón de millones de fanáticos, además de batir récords de ventas de discos en su país de origen. Aunado a ello, el disco, le valió el reconocimiento en Argentina, como un talento emergente que alcanzó el éxito en tan poco tiempo, destacándose sobre todo, con un tema que posee el mismo nombre del disco “Para cantar he nacido”, también incluido en este material, el cual consiguió galardones de los Festivales Folclóricos más importantes de Argentina. Durante la promoción del álbum, sus canciones sonaron en todas las radios nacionales, junto a muchas otras de cantantes ya consolidados en el medio artístico, llegando incluso a estar entre los primeros lugares de las principales carteleras del género.
Con el mismo sello discográfico de Sony Music Argentina, lanzó “Todos los días un poco”, en el 1999. Este es su segundo álbum de estudio, conformado por 13 canciones, que incluyen como voces invitadas a Rubén Mono Izurralde, un reconocido flautista argentino y Luis Gurevich. Entre los éxitos obtenidos por este material, se destacan varias presentaciones, una de las más importantes y recordadas tanto por el cantante como por el público, fue cantar tres veces en el escenario mayor, donde se le otorgó una mención especial como “Artista revelación del floclore”, luego de haber recibido los galardones en otros escenarios musicales, como la plaza Próspero Molina, localizada en Argentina. De igual forma, se hizo presente en el cierre de un espectáculo a gran escala organizado por la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, donde compartió el escenario con León Gieco, interpretando junto a él la canción “Cuando Llegue El Alba”, donde una vez más, el joven músico para ese entonces, deslumbró a sus espectadores.
Las canciones que más se popularizaron del álbum “Todos los días un poco”, fueron “El alcatraz”, “Te voy a contar un sueño”, “Tonada de un viejo amor” y “Ojos de cielo”, canciones que aún permanecen dentro de la preferencia del público. La temática del disco, está inspirada en el amor, para muchos Abel Pintos era considerado como un eterno enamorado, capaz de expresar lo más puros sentimientos en cada una de sus canciones. Efectivamente, esa fue la idea que tuvo el cantante a la hora de componer cada propuesta musical de este álbum, aquí el amor es el único protagonista. Para sostenerse tras tanto éxito ya logrado, Abel Pintos considera que su principal motivación proviene de este sentimiento, debido a que afirma que el amor es la fuerza que mueve al mundo, el amor es música y la contención de su círculo más cercano. “Yo me despierto cada día con la ilusión de poder hacer música más allá de las realidades artísticas o los hechos artísticos, y eso es lo que me motiva cada día a seguir adelante”, subrayó el cantante.
Más tarde, en 2001, lanzó su tercer material discográfico titulado “Cosas del corazón”, cuya producción musical estuvo a cargo de Martín Carrizo, además de contar con la participación especial del músico Domingo Cura y el bandoneonista Carlos Buono. Este álbum, representa un ejemplo gráfico de como el cantante ha ido forjando su carrera artística, a base de conciertos. A partir de ese año, Abel Pintos se hizo cada vez más notable en el ámbito musical, principalmente, porque que sus discos comenzaron a tener un mayor éxito debido a que sus conciertos tenían éxito, es una paradoja que aplicó desde el momento en el que se dio cuenta de ello. Ciertamente, su carrera obtuvo una gran solidez, en consecuencia de una estrategia comercial valiosa para el cantante. Sus logros no se daban abasto, para cumplir con la cantidad de compromisos que tuvo a lo largo del 2001, fueron más de 130 conciertos, donde casi le da la vuelta al mundo. Así se asentó su carrera, en los conciertos, en la ruta y en la experiencia adquirida durante ese mismo año.
En contexto, el álbum “Cosas del corazón” se catapultó en éxitos, comenzando por liderar las principales carteleras del género dentro y fuera de las fronteras de su país. “Luna llena”, “Canción y huaino” y “El que queda solo”, fueron los temas más reconocidos de esta producción. Para la critica, este álbum es una muestra de la claridad que Abel Pintos ha tenido desde que comenzó en la música, sobre todo, porque este disco se construyó en base a una anécdota, la cual habla de lo introspectivo que era emocionalmente en su infancia. Le costaba mucho llorar de emoción y expresar algunos de sus sentimientos, como el amor por su familia. Igualmente, el disco se inspiró en una canción de Mercedes Sosa, llamada “Ya me empecé a quedar solo”, porque esta fue una de las canciones, que aún sin entenderla cuando era niño, lo emocionó y lo hizo llorar por primera vez. Como se ha mencionado anteriormente, la música para el cantante es un medio para expresarse y mostrar sus sentimientos y “Cosas del corazón”, es un álbum que corrobora sus palabras.
Después del lanzamiento de su tercer disco, no hubo un momento explosivo en la carrera musical de Abel Pinto. Si bien en cierto, que se había coronado con grande éxitos, no lograba una salida comercial internacional definitiva, aunque su popularidad era notable y sus canciones no dejaban de sonar en las radios. Para probar suerte, en 2004, publicó “Sentidos”, su cuarta producción discográfica, conformada por 13 piezas musicales. En esta ocasión, el raspado a este material provino del sello BMG Ariola Argentina (alianza entre las discográficas Sony Music Entertainment y BMG Entertainment), mientras que la producción corrió de parte de Hugo Casas y Obi Homer. En este disco, Abel Pintos comparte la autoría de varias canciones con su hermano Ariel Pintos, Teresa Parodi y Eduardo Vaillant. Este fue el álbum, que le dio la consolidación definitiva al intérprete dentro y fuera de las esferas internacionales del medio artístico, donde comenzó a darse a conocer y calar dentro del gusto del público, ganando a su vez, millones se seguidores alrededor del mundo.
“Sueño dorado”, “Filosofía viajera” y “Bella”fueron los sencillo promocionales que le dieron vida a este disco y que poco después, consiguieron alzarse en éxitos tras ganar el premio a “Mejor Álbum de Folclore”, en los Premios Carlos Gardel de 2004. A su vez cada propuesta musical, implícita en este disco, se destaca por tener el personal del cantante, ya que transita por distintas temáticas que van desde el amor, la alegría, el desamor y la fe, con total naturalidad. De nuevo el concepto del álbum, se maneja en torno al amor, esta vez sus letras van más allá de lo folclórico, aunque confiesa que surgió como un cantante de folclore y quiere mantener ese lugar, a pesar de que tiene inquietudes lo llevan a explorar un poco más allá en el campo musical. Su exponencial éxito, lo llevó en 2004 a presentarse en el Festival de la Canción de Viña del Mar, donde interpretó la pieza musical inédita de Víctor Heredia llamada “Sentidos”. Asmismo, se hizo presentó en otros festivales como Cosquín y Baradero, en este último el público lo pemió con una evasión de pie en reconocimiento su voz y a su manejo del escenario.
Un año después, lanzó su quinta álbum discográfico titulado “Reflejo real”, grabado bajo el sello discográfico de Sony Music. Dicha propuesta musical, deja entrever la sensibilidad y dedicación del cantante por la música, convirtiéndose en todo un fenómeno argentino de popularidad, tras vender más de 150 mil copias, además de obtener premios como un disco de Platino, por su trabajo musical. De las 14 canciones compiladas en este álbum, se utilizaron como sencillos promocionales “Quien pudiera”, “Anclada en mis sueños”, “El beso” y “Cada segundo sin vos”, temas que consiguieron grandes éxitos a tan solo semanas de su estreno. Igualmente, el disco incluyó temas propios en letra y música. También, se hizo sentir en una pequeña gira de conciertos a nivel nacional, donde compartió sus más recientes éxitos con millones de seguidores, que aclamaban su música. Al poco tiempo, ganó el Premio Carlos Gardel como “Mejor Álbum Artista de Folklore”, en el año 2005, seguido de otros premios y reconocimientos recibidos por el artista posteriormente.
Cada canción de “Reflejo real”, se compuso en base al folclor, las zambas y las chacareras, géneros populares y tradicionales en distintas regiones de Argentina. Como dato curioso, a partir de este disco el cantante argentino comenzó a forjar su propio estilo, cuidando la estética de sus letras y prestando especial atención al mensaje que quería transmitir en ellas, ya que su objetivo era que quienes lo escucharán se sintieran identificados con su música, apostando a una conexión real con su público. “Reflejo real”, como bien lo dice el titulo del álbum, es un reflejo de la personalidad risueña del cantante, es un disco inspirador, melodioso y conmovedor que invita a sus oyentes a sentir, reencontrase y reconciliarse con aquellos sentimientos que, valga la redundancia, se niegan a sentir. Para entonces, el reconocimiento de Abel Pintos en el ámbito musical ha ido creciendo de gran manera y fue en aumento en los años posteriores a 2005. “Fue muy natural y también fue muy amable, porque la música es un camino maravilloso, es como idioma para poder comunicar a los demás lo que te va sucediendo como experiencia en tu camino de búsqueda”, manifestó el cantante en una entrevista realizada por un medio local.
Paulatinamente, Abel Pintos se fue convirtiéndose uno de los artistas más importantes de la escena musical argentina, hasta la actualidad. Su trabajo ha sido galardonado y reconocido por otros grandes exponentes del género, siendo además, motivo de inspiración para las nuevas generaciones y los cantantes emergentes del folclore. Su legado ha llegado a diferentes países del mundo, su música ha sido aplaudida por millones de personas que siguen su trabajo musical y aunque pareciera que ya lo logró todo con respecto a su música, este es apenas el comienzo. “La llave”, es otra referencia de su éxito dentro de la industria musical, catalogado como su sexto álbum de estudio, publicado en 2006. Este material está conformado por 14 canciones que sorprendentemente, se mezclan entre el floclore y el pop. Para la promoción del disco, se utilizaron dos sencillos promocionales “Más que mi destino”, los cuales acompañaron el lanzamiento del tema principal, perteneciente al mismo material, también titulado “La llave”.
Se debe considerar que dicho álbum, se volvió un éxito en cada rincón de Argentina, su repercusión notuvo límites, tanto que hizo al cantante merecedor de su primer Premio Gardel a la Música Argentina, como “Mejor Álbum Folklore Alternativo”. A este le suman otros grandes logros, al conseguir el sitial de honor en las carteleras musicales de Billborad 200, además de otras posiciones privilegiadas en varias carteleras correspondientes a su género pop y floclore. Por otra parte, cada canción perteneciente a este álbum posee una temática distinta y en función a ello se escribieron, porque fueron compuestas para conmemorar los distintos momentos, contextos, formas de experimentar y compartirla lo mejor de la vida. “La llave”, es un material que se destacad por no entregarse a las pautas que dicta el mercado musical, el álbum rompe esquemas en cuanto a sonoridad y género, dejando como resultado una propuesta mágica, por ello, no es de extrañar que haya traspasado los limites de la popularidad con respecto al millón de ventas obtenidas a pocas semanas de su estreno.
En 2010 editó su séptimo disco llamado “Revolución”, el cual venía siendo editado desde el año 2008. En esta ocasión, las canciones que más tuvieron auge dentro del escenario musical fueron “Peregrinos”, “Flores en el río” y “Aventura”, este último a dueto con Marcela Morelo. La producción de este nuevo trabajo discográfico estuvo en manos del mismo Abel Pintos, en conjunto con su hermano Ariel Pintos y Marcelo Predacino. Dentro de la ficha técnica del álbum, se destaca la participación Pablo Durand, responsable de los arreglos y la dirección musical del disco. Enumerando los logros obtenidos por dicha propuesta, cuenta con tres premios Gardel, en las categorías de “Mejor Álbum Artista Masculino Pop”, “Canción del Año” y “Disco del Año”. Para su promoción, el intérprete recorrió el país con una exitosa gira de conciertos, ese mismo año, logró vender más de 44 mil unidades en menos de un mes, luego de su debut.
“Revolución” es una propuesta sencilla pero contundente, con la que Abel Pintos incursiona netamente en el género pop, marcando así esta nueva etapa en su carrera musical, sin abandonar sus raíces, conformando su propia versión y visión en la música. La temática del álbum, está inspirada en la aceptación a nosotros mismos, para poder lograr la objetividad suficiente para poder vivir y disfrutar todos los momentos de la vida. Atrevernos a compartir lo nuestro y convivir con los demás, sin acercarnos a los límites. “Yo acepté la música más allá de los géneros; acepté hacer canciones que identifiquen mis sentimientos y a su vez, en cada canción, acepte conceptos, ideas, emociones y experiencias que la vida ha puesto en mi camino”, fueron las palabras del cantante argentina para explicar el concepto del álbum ene general. El disco a pocas horas de su estreno se convirtió en Disco de Platino, contando como siempre, con la completa complicidad de su público.
Es importante aclarar, que el Abel Pintos no se convirtió en un artista pop porque le fuera mal en el folklore, ya que esta fue un transición natural que forma parte de su evolución musical. El arte es su medio de expresión y siempre se ha considerado un artista curioso de forma innata y fue precisamente esa curiosidad, la que lo levó a explorar distintos géneros, en especial, cuando estos representan lo que quiere decir y trasmitir a su seguidores. Para el intérprete, cada estilo musical en el que incursiona forma parte de su estética pura, que ponen en manifiesto todos sus sentimientos. Su diversidad cultural, le ha dado la oportunidad de colaborar con muchos artistas, incluidos cantantes y compositores españoles. Dichos artistas, le han brindado no solo su apoyo, sino también, su cariño y admiración. Este es un motivo de orgullo para Abel Pintos, compartir un idioma tan sensible y tan bonito como es la música, con otros grandes maestres de la industria.
Posteriormente, en 2012, exteriorizó su octava placa discográfica llamada “Sueño Dorado”, un disco compuesto por 12 temas en vivo, derivados de un concierto intimo realizado por el cantante en la Ciudad Sagrada de los Indios Quilmes, Provincia de Tucumán, donde celebró los 15 años de trayectoria artística que el cantante tenía para ese entonces. El álbum salió al mercado musical con formato doble CD y DVD, los cuales fueron producidos por el mismo Abel Pintos y Juan Blas Cabellero, además de contar con el apoyo de la comunidad indígena de los Quilmes. El nombre de este material, hace referencia a la meta que ha tenido el artista de pequeño, de convertirse en un cantante profesional, está ilusión representó para Abel Pintos, el sueño dorado que con mucho esfuerzo y dedicación cumplió cerrando el círculo que se inicio en 1887, año en el incursiona formalmente en la música. Las canciones más alusivas de esta producción, fueron “No me olvides”, “Todo esta en vos”, “Sin principio ni final” y “Tiempo”, cuya versión en vivo combina sonidos acústicos, folklóricos y electrónicos.
La propuesta discográfica “Sueño Dorado”, recoge los mejores momentos de la trayectoria artística de Abel Pintos, algunos de los cuales lo llevaron a consagrarse cómo con un Premio Carlos Gardel al “Mejor Artista Masculino de Folklore”, tras ser el disco nacional más vendido para ese año. De igual forma, se alzo con un galardón de Disco doble Platino, dedicando la estatuilla a Mercedes Sosa, Raúl Lavié y León Gieco, entre otros artistas, que lo acompañaron durante sus 15 años de carrera. Un dato curioso de este disco, es que el sencillo principal del álbum, que también posee el mismo nombre del disco “Sueño Dorado”, fue una canción escrita por el cantante hace más de 11 años y que nunca la mostró al mundo hasta que su carrera no estuviera consolidada, porque habla precisamente de sus metas y sueños, que guardan relación con su pasión por la música. Para seguir dándole promoción al disco, el intérprete realizó una extensa gira, con conciertos en más de 50 ciudades del interior de Argentina.
Si bien su carrera despegó gracias al género del folclore, la carrera musical de Abel Pintos evolucionó a un punto de no retorno, encontrando un estilo ecléctico y original que logró conquistar al público alrededor del mundo, siendo uno de los artistas más populares del momento, además de ser considerado una influencia en la industria de gran peso. Más allá de los altibajos en su vida personal y en su carrera, el intérprete se ha consagrado en lo que pareciera el punto más alto de su trayectoria, para ese entonces. Cuando muchos creyeron que ya no tenía más para dar, el cantante los sorprendió con una nueva propuesta, que al igual que las anteriores, marcó un antes y un después en su música. “Abel” es el nombre de su siguiente éxito, publicado en el año 2013, bajo el respaldo del sello Sony Music. Las temáticas que contienen cada una de as canciones de este disco, responden a las vivencias personales del cantante. Todo lo vivido por Abel está presente en estas canciones, en este material además de reflejar su gran momento musical, también muestra parte de su espiritualidad y calidad y humana.
La producción del álbum, considerado como su noveno disco, estuvo a cargo de Pablo Durand y contó con a participación en la composición del español Diego Cantero. “Aqui te espero”, “Ya estuve aquí” y “Cuantas veces”, fueron las canciones más famosas de este compilado de 13 canciones, que lograron los más importantes premios musicales, además de sonar reiteradamente en los principales escenarios de su país natal Argentina. Asimismo, dichos temas lograron una amplia popularidad y un sin fin de éxitos para el cantante, comenzando por obtener el primer lugar de varias carteleras musicales en Argentina, México y Estados Unidos. También fue líder en descargas digitales por streaming, alcanzando más de 500 mil de descargas certificadas en iTunes y Spotify, gracias a sus buenas críticas por parte del público y los expertos en música. Después de su lanzamiento, el artista aclaró que el nombre del álbum significa que todos podemos ser, lo que elijamos ser, por tal razón, el título lleva su nombre: Abel, ya que el artista es el ejemplo vivo de ese concepto.
Su décimo álbum se titulado “Único” y salió a mercado en 2015. Este trabajo discográfico fue grabado en un concierto efectuado por el cantante en el estadio Único de La Plata, Buenos Aires, un encuentro memorable en la carrera de Abel Pintos, que celebra dos décadas de carrera musical. El disco es una compilación de los grandes éxitos de su trayectoria artística, donde se incluyen la interpretación en vivo de temas tan importantes como “Motivos”, “Aquí te espero”, “Solo canto por vos” y “o que soy”. También, como bonus track posee el tema “Juntos”, una canción inédita compuesta por el propio Abel Pintos. El disco recibió una certificación de Platino y Diamante, por superar la cifra de 200 mil copias vendidas, a semanas de su estreno. Ese mismo año (2015) recibió dos premios, el primero como “Mejor Producción del Año” y “Mejor Álbum Artista Masculino Pop”, recibió la estatuilla y agradeció a todas as personas que están y estuvieron detrás de su éxito: “Cada premio es como el primero. Gracias a mi familia, a los cómplices y a las 25000 voces que se unieron a la mía para grabar mi último disco”, comentó el artista.
Para seguir con a promoción de “Único”, el cantante realizó una exitosa gira por España, en donde brindó conciertos en diferentes ciudades y cantó en una sala llena durante dos noches en el Palacio de los Deportes de Madrid, España, junto a la inigualable voz del gran artista Joan Manuel Serrat, como invitado especial, durante el evento ambos intérpretes fueron aplaudidos y aclamados por el público.
Posteriormente, en 2016, hace gala de una nueva placa discográfica llamada “11”, cuyo nombre tiene muchas significaciones alrededor del número 11, porque dicha enumeración representa la décima primera producción discográfica de gran éxito de cantante. Los productores en esta ocasión, fueron el cantautor español Leiva y el productor sueco Martin Terefe, en compañía del trabajo de co-producción del mismo Abel Pintos y su hermano Ariel. La entrega está compuesta por 11 canciones, de las cuales se desprenden los sencillos “Como te extraño”, “Pájaro cantor”, “Oncemil” y “Una razón”, temas que se dieron el lujo de prescindir de su conocido género folklorico, para adentrarse complemente en el pop. Otra característica notable en este material, es la madurez vocal del artista, pues se muestra con una voz más aguda y cálida. Además de una musicalidad compacta, que emana la sensibilidad romántica, el lenguaje liviano y encantador, en cada uno de sus temas.
Para la crítica y expertos en música, “11” es el álbum más maduro de su carrera artística, el cual refleja una etapa importante de la vida del músico argentino. La madurez alcanzada por Abel Pintos, en líneas generales no tiene precedentes, sobre todo, por inspirar a otros con una carrera llena de aprendizajes. Su trabajo, en esta ocasión, lo hizo merecedor de un disco triple Platino y Oro, otorgado por el presidente de Sony Music, Sur Damián Amato lo entregó, debido a as altas ventas por streaming obtenidas por la canción “Oncemil”. Cabe destacar, que lanzamiento de este último sencillo, coincidió con una gira realizada por el cantante, en varios países de América Latina, donde abrió nuevos mercados para su música. De este mismo álbum, otra canción que también se coronó en éxitos, fue “Pájaro Cantor”, que también estrenó su vídeo oficia en simultáneo. El audiovisual, fue dirigido por Juan Ripari.
En 2018, lanzó “La familia festeja fuerte”, su álbum de estudio número 12, dedicado a todos aquellos que hicieron posible su carrera artística. El disco en general, es una edición casi autobiográfica del intérprete, grabada en formatos de DVD, CD y digital, que registra su serie de shows y conciertos en River, ofrecidos por el cantante en diciembre de 2017. Por su parte, el álbum sintetiza la relación que tiene el artista con sus seguidores y con las personas que apoyaron desde el inicio su carrera musical. El disco logró vender más de un millón de copias, en menos de un mes de su debut. Para Abel Pintos, este álbum es indescriptible, por que va más allá de la música, describiendo con cada propuesta musical lo que el público significa para él; su familia. Tras años y años de éxitos, no queda duda de que es uno de los artistas más importantes de la escena musical argentina. Desde los 07 años, convirtió la música en su proyecto vida, en un tesoro cuya búsqueda incansable lo llevó a la cúspide del éxito. Hoy en día, su nombre ha sido aclamado en los escenarios más importantes del mundo, tal y como lo expresa una de sus canciones más famosas “Para cantar he nacido”, sin duda una premonición.